Tránsfugas con nombres, apellidos e intereses personales

El transfuguismo se ha instalado en la provincia de Málaga. Con un simple vistazo al mapa político malagueño se confirma esta afirmación. Alcaucín, Estepona, Yunquera, Ronda o Sierra de Yeguas registran casos de esos que algunos políticos, como el presidente del PP-A, Javier Arenas, tildan como «de libro».

En su segunda acepción el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) advierte de que tránsfuga es aquella «persona que con un cargo público no abandona este al separarse del partido que lo presentó como candidato». La definición no deja lugar a dudas, pero hay determinados cargos políticos que se empecinan en querer darle la vuelta para explicar lo inexplicable.

Para el secretario de Organización del PSOE de Málaga, Francisco Conejo, los únicos casos de transfuguismo registrados en lo que va de mandato municipal en la provincia son los de Alcaucín y Benalmádena. Y lo son, lo que ocurre es que en ambos los socialistas 'cedieron' las alcaldías a favor de PA y PP, respectivamente. Pero Conejo no tiene el mismo criterio para valorar los casos en los que el PSOE ha visto como arrebataba la alcaldía a andalucistas y 'populares'.

El hecho de que el alcalde y siete concejales de Ronda, que concurrieron a los comicios bajo las siglas del PA, el pasado mes de julio se afiliaran al PSOE no es transfuguismo para Conejo. Ese mismo caso se registró a finales de octubre en el municipio de Yunquera, el alcalde y dos concejales andalucistas se afiliaron al PSOE.

Para el PSOE los únicos casos de transfuguismo se han dado en Alcaucín y Benalmádena

Y de Alcaucín mejor ni hablar, porque los socialistas culpan al PP de la moción de censura que propició una edil del PSOE y que se produjo después de que el alcalde Martín Alba fuera detenido en el marco de la operación 'Arcos', que investiga la presunta trama de corrupción urbanística orquestada por el regidor socialista. En el pleno para votar a su sucesor, los 'populares' decidieron apoyar al candidato del PA, cansados de la corrupción. Los socialistas tenían mayoría absoluta, pero en el momento de alzar la mano, la que hasta ese momento había sido la edil de Urbanismo, María Antonia Guerrero, dio su voto al andalucista Guillermo Pérez en detrimento de su compañera de partido María Victoria Luque.

Estos casos no hacen más que evidenciar que el pacto suscrito por los principales partidos políticos del país al calor de la Mesa Antitransfuguismo hace aguas, aunque no lo piensen así algunos representantes políticos malagueños. Para PP, IU y PA la Mesa no es que funcione mal, es que «no funciona» por lo que habría que efectuar cambios. Para el PSOE este organismo está haciendo bien su trabajo y, por tanto, no es preciso revisarlo.

Salvo los socialistas, las otras tres fuerzas políticas proponen rectificar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para que la propiedad del acta de concejal no recaiga en el edil, sino en el partido político.

Para el secretario provincial del PA, Salvador López, «las direcciones de las dos principales fuerzas políticas –PSOE y PP– en la Mesa Antitransfuguismo consideran un acto de una manera, mientras que la ciudadanía ese mismo hecho lo entiende de otra forma». Y es que, «mientras que en la calle cualquiera sabe quién es un tránsfuga o veleta, PP y PSOE se amparan en reflexiones ideológicas para negarlo en la Mesa Antitransfuguismo». Entiende López que «en democracia además de ser honrado hay que parecerlo» y para evitar tentaciones, «después de 30 años con el actual sistema electoral, se ha detectado que hay huecos por los que se pueden colar irregularidades, con lo que hay que arreglar estos huecos con la ley».

Para PP, IU y PA la Mesa no es que funcione mal, es que «no funciona»

El secretario general del PP de Málaga, Francisco Salado, comparte con López que «el pacto antitranfuguismo no funciona bien» y como muestra alude al Ayuntamiento de Estepona, donde una edil del Partido Popular y dos del Partido de Estepona han abandonado sus filas para integrarse en el equipo de gobierno que preside el socialistas David Valadez.

Para Salado este es un «caso flagrante de transfuguismo» y aboga por ser «críticos con el pacto antitransfuguismo, ser serios y arreglar el problema en la nueva reforma de la ley electoral general». El dirigente 'popular' apuesta por propiciar una «legislación específica donde el tránsfuga no sea clave en la gobernabilidad». Para Salado mientras se lleva a cabo este cambio «sería ideal retomar el Pacto por Málaga –que rompió el PSOE tras el cambio de Alcaldía en Alcaucín- y que la mesa antitransfuguismo se pudiera reunir a nivel local».

Un discurso similar mantiene el coordinador provincial de IU, José Antonio Castro, para quien «preguntarse si funciona bien el pacto antitransfuguismo es inútil», porque «tanto PP como PSOE se lo están saltando». Advierte Castro de que populares y socialistas en la provincia «van a la caza y captura de ediles del PA, un partido en clara disolución, y esto es una forma de corrupción moral, que vulnera la voluntad de los ciudadanos y protagoniza una lucha por el poder en cada territorio». Para Castro esto sólo se soluciona a través de reformas legales. «Tendrá que haber una reforma legal que establezca la propiedad de las actas de concejal al partido y no a la persona física electa», dice.

Entre tanta voz crítica destaca la pasividad del discurso del socialista Francisco Conejo, para quien «el pacto antitransfuguismo está funcionando bien a nivel nacional». El líder del PSOE no comparte la acepción de tránsfuga de la RAE, sino que para él esta persona «es la que está en un partido político y cambia el gobierno de un municipio al marcharse a otro» . Ejemplos de su transfuguismo hay dos: Alcaucín y Benalmádena.

En lo que coinciden todos los partidos es en alcanzar un pacto provincial para velar por los intereses de los malagueños, pero está por ver quien le pone el collar al perro.

Francisco Oliva

El alcalde andalucista de Yunquera, Francisco Oliva, siguió los pasos de su ex compañero de Ronda y en octubre se pasó al PSOE, con otros dos ediles. Tanto el PA como el Partido Popular le acusan de hacerlo por intereses personales.

Antonio Marín Lara

Antonio Marín Lara

El alcal de Ronda, Antonio Marín Lara, empezó el mandato gobernando con el PP y después se apoyó en los socialistas para abandonar las siglas andalucistas en junio de este año y afiliarse, junto a sus otros siete concejales del equipo de gobierno, en el PSOE.